EL RECREO
Ojalá fuera eterno el recreo, ojalá a cualquier edad pudiéramos seguir disfrutando del descanso de las 10 o el de la hora de comer. Daba igual si tenías zapatillas nuevas e impolutas, si no habías hecho los deberes, si había que comer, si llovía o si tenías un brazo roto, la hora del recreo era mágica, hora de jugar, al fútbol, baloncesto, a las canicas canicas o lo que se antojara, lo mágico era eso, EL TIEMPO DEL RECREO. Acompaño estas palabras de una canción que a todos no